La reunión, organizada en el Multiespacio Cultural de la UNGS , contó con la presencia
de investigadores y docentes de la Universidad , autoridades y otros integrantes de
la comunidad universitaria: “Nos toca a nosotros festejar esta conquista, producto
de una lucha colectiva de 20 años… Los derechos que hoy tenemos son, sin lugar
a dudas, una conquista y no es casual que la misma se haya logrado en este
particular momento de la historia Argentina”, expresó el secretario general de
ADIUNGS, Germán Pinazo.
En el discurso, elaborado por la Comisión Directiva
del gremio, se enfatizó la idea de que la autonomía no puede constituirse en un
argumento en contra de un piso común de derechos: “Abandonar el paradigma
neoliberal significa, entre otras cosas, dejar de pensar las actividades del
conocimiento, de la docencia y de la investigación como cuestiones ajenas al
derecho laboral de los trabajadores universitarios. Los docentes no somos
recursos humanos que deban ser gestionados, ni somos (ni deberíamos ser)
intelectuales que reflexionan en un mundo abstracto, ajeno a la política. Somos
trabajadores y como tales necesitamos un piso básico de derechos”.
Algunos de los derechos más importantes que establece el
convenio son: la estabilidad de los docentes interinos (lo que tiene un impacto
sobre el 60% de los docentes del sistema universitario); la garantía de los
derechos elementales para los docentes de cualquier universidad nueva que se
cree (sin tener que esperar a que sean reglamentados internamente); el derecho
a la carrera docente, con un régimen de ingreso, permanencia y estabilidad
vinculado a procesos de evaluación, y el establecimiento de la Comisión paritaria de
nivel local como el ámbito específico donde se discuten las condiciones
laborales.
“No nos cansamos de decir que lo que conseguimos es un piso
común de derechos. Lo común nos iguala sin anular nuestras diferencias, el piso
nos provee un sostén desde el cual elevarnos. El convenio es una herramienta
muy poderosa, pero todo su potencial queda trunco si no hay una organización
fuerte que la ponga a trabajar. Es una brújula en un camino que todavía debemos
recorrer, comenzando por revisar críticamente muchas de nuestras prácticas y
tradiciones, para desnaturalizarlas y fundar otras nuevas, esta vez enmarcadas
en una lógica de los derechos. Cada uno de nosotros debe apropiarse de este
convenio, conocerlo a fondo, internalizarlo, y hacerlo valer”, se expresó en
otro pasaje del discurso.
Fuente: Prensa de la Universidad Nacional General Sarmiento
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