Mastrolorenzo y Vignau campeones del mundial de tango 2016

Anoche la pareja integrada por bailarines de Los Polvorines y San Miguel ganó la categoría escenario luego de su interpretación de la Balada para un loco.

Hugo Mastrolorenzo y Agustina Vignau son los bailarines que anoche se llevaron dos premios en uno: a la constancia y a la originalidad. Porque además de ser los ganadores de la categoría Escenario del Festival y Mundial Tango Buenos Aires, que terminó hace unas horas su edición 2016, consiguieron tanto la aprobación de los jurados como del público.
Son distintos. Y eso lo vienen demostrando desde 2011, cuando se anotaron por primera vez en el certamen. Sólo que esta vez lograron llegar adonde esta muchacha oriunda de San Miguel y este muchacho de Los Polvorines habían soñado.
“Cada año el trabajo se va notando y es cada vez más sólido. Pero creo que hubo también un cambio en la mirada del jurado hacia nosotros -dice Hugo-. Nos sentimos más amparados que otros años”. Y su socia completa: “Creo que Hugo, que es un gran coreógrafo, encontró la manera de poner los ingredientes de la manera más equilibrada en esta coreografía”, dice antes de deshacerse en más elogios hacia su compañero.
Hugo y Agustina son una especie de freaks del Mundial de Tango. Desde su vestimenta hasta los accesorios (este año aparecieron con un globo rojo dentro de una jaula, para interpretar la “Balada para un loco”, en una versión cantada por el Polaco Goyeneche). Parecía que todos los planetas se habían alineado. El mejor puntaje en la ronda semifinal, un jurado que comenzaba a entenderlos, el público que los ovacionaba y hasta Amelita Baltar, sentada en las primeras filas.
Los dos se dedican a la danza profesionalmente: ella comenzó por la clásica y la contemporánea; él por el folklore, hasta que canjeó lo festivo de sus danzas por la melancolía tanguera. “Yo soy así, dice Hugo, más tanguero”.
Esta pareja no es la que demostró las mayores habilidades técnicas de destreza ni movimientos acrobáticos. Fue la que trabajó las ideas y supo expresarlas sobre el escenario, con la sofisticación del profesional y el alma del milonguero. Y eso se notó.


Fuente: Diario La Nación

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