Finalmente, el empleado del Intendente, Claudio Izaguirre llevó
adelante su meta: apropiarse definitivamente del predio en dónde funciona hace
casi 20 años el Centro preventivo Asistencial de las Adicciones. Este problema
comenzó el año pasado cuando Izaguirre se acercó al establecimiento en
principio como solamente un colaborador.
“Queremos entrar a nuestro lugar de trabajo para cumplir
nuestras actividades y no lo podemos realizar”, manifestó Julio Rincón,
delegado de ATE. El miércoles por la mañana un grupo de trabajadores y
pacientes del Centro Preventivo Asistencial de la Adicciones se
encontraban en la vereda del establecimiento porque no podían entrar al lugar
por orden del intendente Jesús Cariglino.
Desde afuera se podía observar a Claudio Izaguirre caminando
por dentro del predio como si fuera el nuevo dueño del CPA, además de dejar
salir y entrar a las personas que él quería. “Este señor puso un candado en la
puerta y está acompañado con gente que dice ser de seguridad y sin
explicaciones no nos permite entrar”, continuó relatando Rincón.
El Centro funciona desde el año 1995 en la localidad de Tortuguitas
a metros de la ruta 8, a
través de un acuerdo entre la
SEDRONAR y la municipalidad de General Sarmiento. A partir de
esto, se brindó la donación “a condición de que lo supervisara la SEDRONAR pero luego
comenzó a intervenir la
Subsecretaría de Atención de las Adicciones que depende de la
provincia de Buenos Aires para llevar adelante las actividades”.
Actualmente, en el CPA funcionan con nueve empleados y se
atienden alrededor de 60 personas. Allí se llevaba a cabo tratamientos
individuales y grupales, con familiares, y de orientación.
Julio Rincón y Mirna Monteros, Secretaría del centro,
recordaron que en los primeros meses del 2014 fue la primera vez que vieron a
Claudio Izaguirre acercarse al CPA con “la excusa de ser un representante de la Municipalidad de
Malvinas Argentinas en el tema de las adicciones y quería colaborar en este
lugar”. Pero al pasar el tiempo, Izaguirre comenzó usurpar el terreno; en este
sentido, el delegado de ATE dijo: “Ocupó la mitad del predio y empezó a
entorpecer las actividades aludiendo que esto les pertenecía”.
“En estos meses, cambió la cerradura del quincho y dijo que
esto le pertenecía a la municipalidad; además, que el centro iba a ser
coordinado por él”, contó Rincón. “También arrancó el anterior cartel que hacía
referencia al CPA para poner este nuevo que dice: Centro municipal de Adicción
N° 1” ,
agregó Rincón.
En las próximas semanas, los empleados seguirán con el
reclamo del ingreso al CPA y poder continuar con las actividades con cada uno
de los pacientes, que actualmente tampoco pueden ser atendidos.

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